viernes, 23 de octubre de 2015

Ghost Army

Emblema de la 23ª Compañía de Tropas Especiales
La "23ª Compañía de Tropas Especiales". conocida como el "ejercito fantasma" (Ghost Army) fue una unidad militar secreta del ejército estadounidense compuesta por más de 30.000 efectivos, contando con carros blindados, artillería, vehículos de transporte, barcos, e incluso aviones. Ahí es nada. Semejante contingente  operó en muchos lugares de Europa, participando en más de 20 batallas, entrando por primera vez en acción en Francia durante la Operación Overlord.

Lo curioso es que esta potente fuerza de combate estaba realmente formada por aproximadamente 1100 artistas y técnicos de diversas facetas, al cargo de un ejercito ficticio, diseñado para hacer parecer al ejército estadounidense más grande de lo que era de cara a sus enemigos. Estos artistas y técnicos fabricaban réplicas de carros blindados, transportes y otros vehículos, y los desplegaban en lugares designados para cumplir diversas tareas, como señuelos para recibir fuego de artillería enemiga mientras las tropas "reales" se movían por otro lugar, o cubriendo un hueco en el frente, al no existir los suficientes efectivos para defenderlo, pues ¿quien iba a atacar semejante potencia bélica?

Un Sherman hinchable.
Un escenario convenientemente montado da el pego, Cualquier avión de reconocimiento que viera esto, creerselo se lo creía.
La idea era hacerlo creíble. Dicen que ponían tal dedicación montando el "escenario" que ponían hasta ropa colgada secándose. Aquí vemos un Sherman hinchable con su camuflaje.

Había de todo, vehículos hinchables, armazones con forma de tanque que se acoplaban encima de un Jeep para simular movimiento. También se encargaban de hacer pasar unos vehículos por otros (como hacer de tanques simples camiones)  o simular movimientos de tropas (moviendo columnas de camiones vacíos con dos "actores" vestidos de soldados sentados en la parte trasera del camión, pareciendo que va lleno).

"Un pueblo infestado de soldados yankis, mejor atacamos otro día" pensaría el oficial alemán

Aunque al principio se hacían pasar por otras unidades, sobre todo haciendo presencia mientras la unidad real llegaba al lugar, o haciendo pensar que estaban en un lugar distinto, finalmente se hicieron un hueco como unidad propia, llegando a tener un emblema y todo, (el del fantasmita que abre esta entrada, que por cierto me suena un poco a recochineo)

Una columna de blindados. Atención a las piezas de artillería del fondo, también falsas.
Un semioruga M3 hinchable
Sí, es un buque de desembarco hinchable...

Pero si hubiese sido sólo un engaño visual, se habría destapado tarde o temprano. Para apoyar semejante farsa, utilizaron una serie de grandes altavoces, ocultos en las inmediaciones del "escenario", reproduciendo el sonido típico de una gran unidad desplegada, como vehículos en movimiento, voces, marchas de soldados, reparaciones, etc...

Y para finalizar el truco, se creó una red de comunicaciones por radio dispuesta para ser detectada y descifrada por los alemanes haciendo referencia a los movimientos de esta unidad, mientras que las reales iban por otro lado.

Un enorme altavoz para completar el timo.
Esta maniobra estuvo tan bien orquestada que el ejército alemán nunca se enteró, y siempre pensaron que esas fuerzas realmente existían. Nunca se llegó a destapar la farsa, y se mantuvo como alto secreto. No se supo de esta operación hasta 1996, fecha en que se desclasificó.

martes, 5 de mayo de 2015

La Guardia de los Reyes IX: Archeros de Borgoña

Los Archeros de Borgoña, Guardia Borgoña o Guardia de la Cuchilla fue uno de los tres cuerpos integrantes la Guardia Imperial Española junto a la Guardia Amarilla y la Guardia Tudesca, entre el siglo XVI y XVII.

Fue formada en 1502 por el el Archiduque de Austria Felipe (el hermoso, que luego sería Rey Felipe I de Castilla) a partir de una unidad de caballería de Borgoña, cuando vino a España como su guardia personal, que tras la coronación continuarían en activo. Su función era proteger los patios y los alrededores del Palacio Real, o el interior si se requería, por lo que era usual verlos a caballo.

Además de la espada ropera, su arma principal era el archa, una lanza con la punta muy ancha, en ocasiones en forma de cuchillo enorme, de ahí el nombre de la unidad. Su indumentaria era muy parecida a la de la Guardia Amarilla, pero adaptada a ser usada a caballo, como botas altas en lugar de calzas, medias y zapatos, y vestían media armadura.

Una curiosidad es que siempre tuvieron reputación de poco fiables, ya que corrían rumores de que su lealtad no estaba con la corona española.





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La Guardia de los Reyes VIII: Guardia Tudesca

La Guardia Tudesca, Guardia Alemana, o Guardia Blanca era uno de los tres cuerpos que integraban la Guardia Imperial Española junto a la Guardia Amarilla y los Archeros de Borgoña, entre el siglo XVI y XVII.

Fue formada por el Rey Felipe I en 1519 a partir de una compañía de soldados alemanes que lo acompañaron en su vuelta, y se emocionaría con su bravura o algo, haciéndoles guardias de honor (como si no hubiese suficientes cuerpos de guardia...). Se les permitió continuar sus costumbres y tradiciones de la orden militar tudesca a la que pertenecían. Su número, desde sus inicios rondó los 100 efectivos, siempre reclutando de soldados de origen alemán. Su función era la protección del Rey, sus familiares y personalidades y dependencias del gobierno.

Su uniforme era como el del resto de la Guardia imperial: librea, calzas y medias, sombrero y capotillo, pero en colores amarillo y blanco, a excepción del gorro o sombrero, que era rojo. Su armamento constaba de alabarda y espada ropera. Ocasionalmente pudieron llevar también morrión y peto.

Aunque seguramente hacian muy bien su trabajo, un problema que había con esta unidad era su nacionalidad. Los españoles, y más en esa época con el orgullo del Imperio y todo eso, tendían a menospreciar a los extranjeros, por lo que esta tropa no era vista con muy buenos ojos que digamos...



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La Guardia de los Reyes VII: Guardia Amarilla


En la España de los siglos XVI y XVII llegaron a estar en activo a la vez hasta cuatro unidades dedicadas a la protección del rey: los Monteros de Espinosa, de los que ya hablamos, que eran como los más íntimos y cercanos, y la Guardia Imperial, que estaba formada a su vez por la Guardia Amarilla, la Guardia Tudesca y los Archeros de Borgoña, que funcionaban de forma independiente. Lo que venia siendo un caos.

La Guardia Amarilla, también conocida como Guardia de Alabarderos, Guardia Española, fue creada por el Rey Fernando V de Castilla en 1504, como guardia personal, compuesta inicialmente por 50 soldados, que fue aumentando con el tiempo hasta alcanzar la cifra de entre 100 y 150. La principal función de esta tropa era era guardar el palacio, y proteger al Rey, sirviendo de escolta actos públicos, viajes o en el campo de batalla.

Su nombre de Guardia Amarilla proviene del cambio de uniforme que realizó en Rey Carlos I de España de rojo y blanco a amarillo y rojo, manteniéndose este color hasta la caída de la casa de Austria, aunque con cambios de diseño ajustándose a las modas. Su uniforme constaba de la librea amarilla y roja, capotillo, calzas y medias, morrión o sombrero con los mismos colores (dependiendo de la ocasión). Como armamento principal portaban una alabarda, llevando además una espada ropera para combates más cerrados. De armadura llevaban el Morrión, y dependiendo de la época, un peto.

Esta unidad solía estar integrada por soldados escogidos por recomendación entre veteranos que habían servido en los tercios. Además debían ser españoles (como era de suponer), hidalgos, cristianos viejos y de buena planta. Una vez dentro del cuerpo, no solo recibían entrenamiento excepcional, sino también pagas elevadas.

Uniforme de la Guardia Amarilla en tiempos de Felipe II.

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miércoles, 14 de enero de 2015

La Guardia de los Reyes VI: Monteros de Espinosa


Unidad fundada en el año 1006 como la guardia  nocturna del palacio de los Reyes de Castilla. Se encargaban de cerrar el palacio por las noches y asegurarse que nadie pululase por él, vigilar los pasillos, las alcobas reales, y básicamente todas las instalaciones de palacio, y especialmente velaban por la seguridad del Rey y su familia durante la noche, incluso acompañándolos a donde quiera que fueran durante su guardia, tanto dentro como fuera del palacio. Además, asistían a todas las ceremonias como guardia de honor, y eran los encargados de las escoltas fúnebres.

El acceso a este cuerpo de escolta era bastante estricto: Había que ser hidalgo, mayor de 25 años, natural de la villa de Espinosa, no haber servido a ningún señor anterior ni haber trabajado en algo manual, y por supuesto, ser cristiano viejo, y no haber tenido cuentas con la justicia o el santo oficio. Además, si el aspirante estaba casado, debía acreditar la calidad de su esposa, y si estaba soltero, presentar un proyecto de matrimonio. Como cabe esperar con tales requisitos, fue una unidad pequeña, ya que su número nunca sobrepasó los 48. Además, no dependía de ninguna rama militar, solo respondían ante el Rey, y estaban dirigidos por el Condestable de Castilla (famoso por ser la figura de autoridad política y militar en ausencia del Rey).

Su equipo, uniforme, entrenamiento y organización fue cambiando a lo largo de los 900 años que existió, adaptándose a las modas y necesidades de la época, pero manteniendo el uso de armas de distancia corta (como bracamantes y estoques) y escudos ligeros, así como armaduras ligeras, o directamente sin armaduras. Hay que tener en cuenta que estaban especializados en la lucha de pasillos, y tales armas pequeñas y rápidas les otorgaban ventaja.
 
Se disolvió tras el exilio del Rey Alfonso XIII, y reinstaurado por el Rey Juan Carlos I como parte de la Guardia Real.

Dibujo de 1861 realizado por el Conde de Clonard, de un Montero de Espinosa.

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